martes, 22 de mayo de 2012

Para los Sufíes, el Divino es el centro de la existencia, y el corazón es el centro a través del cual podemos contactarlo. La oración, la meditación, la respiración, la danza de giro, y especialmente la práctica del “dhikr” (recuerdo de Dios), basado en la repetición de los Nombres Divinos, son las herramientas principales usadas por los Sufíes en la búsqueda de una conexión directa con Dios.

La palabra sufí deriva del árabe “saf”, que significa puro, claro, adaptable como el agua. Se dice que el Sufí tiene un corazón puro, que significa que él sólo quiere una cosa: Dios. El sufismo es el corazón místico de todas las religiones. Ha asumido diferentes formas y aspectos a lo largo de los siglos. Los derviches existen desde que existe la humanidad: en la tradición decimos que el Profeta Adán, la paz sea sobre él, fue el primer Sufí.

La verdad ha continuado adoptando diferentes formas, desde el misticismo del Profeta Jesús, la paz sea sobre él, a través de los místicos de todas las tradiciones, los monjes, los ermitaños, San Francisco de Asís. Finalmente adoptó la forma que tiene hoy en día cuando los derviches, siempre en búsqueda de la verdad, encontraron al profeta Muhammad, la paz y las bendiciones sean sobre él, el último, el sello de los profetas, y cayeron enamorados de él. La dulzura de su amor y la verdad de su mensaje son irresistibles para la gente del corazón.